Hace tiempo Naná hizo lentejas (ellas las hace cladosas y no tenían patata) y el sobrante lo metí en el congelador. Han estado varias semanas y hoy se ha dado la ocasión perfecta ya que prácticamente sólo había eso para comer.
Las he descongelado directamente en un cazo a fuego bajo y ¡SORPRESA!, estaban como el primer día, nada machacadas, redonditas y con buen sabor. Me las he comido añadiéndoles un poco de arroz que he preparado con unas sobras de chorizo de León, unos pimientos choriceros (estoy probando a ver como se re-hidrataban) y un chile, creo que de árbol, para el que también pruebo al re-hidratación.
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Editada: 3 de ene. de 2013
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