Las acelgas

Un plato de diario, calentito, habitual en la casa de la Amona, que en general las preparaba guisadas con patatas. Nunca la he visto preparar las hojas, solo hacía las pencas.
La acelga en mi mercado se encuentra en esta época (suele haber ya durante todo el año pero en primavera, en el campo de los alrededores aparecen los cardillos lo que da una idea de que es la época también para la acelga). Es una verdura barata que se aprovecha muy bien. Hoy he comprado una que venía en una bolsa; al sacarla me ha parecido incomible, por la cantidad de hilos que tenía y la ‘dureza’ al cortarla; además tenía pencas juntas, formando como un tronco. La he cocido bastante, pensando que la tendría que tirar pero ¡Sorpresa! Está buenísima.

 
El producto:
La acelga, que se describe como una variante de remolacha de la que se cultivan sus hojas,  tiene dos partes claramente diferenciadas; digamos la hoja y la penca o tallo. Al comprar,  si la hoja está blanda es que está apochándose; también hay que fijarse en que los tallos estén lisitos y no tengan resquebrajaduras (amarillea). El color del tallo en fresco es un crema brillante.
Limpiado:La hoja se separa con facilidad del tallo con una puntilla como afeitando el tallo. Se pasan por agua y se apila entera.
A las pecas se les quita ‘el pie’ que puede arrastrar algo de tierra y con un pela patatas los hilos de los bordes.
Se trocean en perpendicular al eje en trozos que quepan en boca.
Cocinado:
Suelo hacer las hojas y las pencas por separado y en general al vapor. Simplemente después de limpiarlas, ponerlas sobre la rejilla (suelo hacer primero las pencas) en la olla con el agua ya 'vaporeando'. Según la dureza y textura final, entre 10 y 20 minutos.
Pueden cocerse y en las he visto rebozadas.

Las acelgas y la remolacha son parientes cercanos. El cardo (más bien, los cardos) y la espinaca también están entre sus ancestros
El sabor es peculiar, un poquito amargo.
El de las hojas de acelga tiende a recordar al de la espinaca. La penca, en  boca se deshace produciendo una sensación de suave sabor muy personal y bien diferenciado del olor a tierra que da la acelga cocida.
La textura de las pencas recuerda al cardo y más lejanamente a los espárragos blancos. La penca en plato es consistente; los trozos tienden a adherirse unos con otros.
Una vez cocida. la hoja toma un verde oscuro y la penca adquiere cierta transparencia y tiende al gris.
Preparaciones:
Se puede usar como elemento principal sobre lo que hay muchas recetas. Como ingrediente se puede usar por ejemplo en la menestra de verduras.

Las pencas suelo presentarlas en plato, cocinadas, con unas patatas hervidas, aderezada con aceite y vinagre.
Las hojas pueden presentarse en forma de ‘lasaña’, con un puré de patatas y con unos ajos en láminas dorados.

 En esta página hay un descripción detallada del producto. En esta sobre el cultivo.  Aquí se puede encontrar un conjunto de recetas.
En este video hay una preparación apetitosa. La he probado y está bien si quieres que el plato no sepa a acelgas...
Aquí, RobinFood se explaya con las acelgas.

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Editada: 10 mayo 2015

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