| De camino al restaurante Senra vimos a Pedro 'el carnicero'; comimos un rodaballo para tres con patatas panaderas (a las que la Amona criticó 'duramente') y nos visitó una gran mosca que terminó estampada en la fuente... ¡¿un gesto 'infantil' de una persona de 88!? Luego nos cayó un chaparrón, corrimos por el bulevar y tomamos unos bollos en la cafetería de la esquina con el puente. Al día siguiente, en el Bergara (o Vergara que creo que fue 'siempre' así escrito ese apellido) comimos unos pinchos sin sorpresas. De camino paramos, Vitoria, en una gasolinera en la que nos ofrecieron una tapa de asadurilla, y, ya en Guadalix de la Sierra, en el asador Justo una sopa castellana (con sabor a cocido de garbanzos) y un bien hecho revuelto de correosas setas 'chinas'. Dejamos a la Amona preparándose un pollo con aceitunas... |
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Editada: 10 de oct. de 2013
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