Un ingrediente de excepción: Cordero Lechal

Hace unos días me lió mi carnicero
y le compré medio cordero; sin cabeza. El cordero es lechal, con poca grasa.

La pata la hice al horno siguiendo la receta de 'siempre'. Como variantes, apuntar que le hice un mechado de ajo y le añadí un poco de cominos y nuez moscada (que hicieron las patatas a la panadera muy sabrosas). Hubo puntuación: las visitas 7,5 y yo un 6. La paletilla ha hido al congelador.

Las chuletillas a la plancha se han ido 'desgranando' en varias veces a lo largo de la semana; el único misterio es hacerlas suficientemente; al 'planchar' las chuletillas, aún siendo el cordero muy 'magro', sueltan sobre la plancha un aceitito tentador. La última remesa fue anoche para la cena de Cris: En la desidia que a veces me invade, no recogí la plancha. Como aún quedaban 'restos', a la hora de comer las he recalentado (no quedan 'tan mal')...

Humm... el olor del aceitillo me decía: 'Cualquier cosa tiene que estar sabrosa con ese aroma. ¿Qué hacer ante esa tentación? Como primer intento he puesto a 'freir' un poco de cebolla (en aros finos). Por otra parte estaba haciendo espaguetti y se me ha ocurrido fusionar. Así que, una vez al dente he tomado una ración y la he echado sobre la plancha dejándolos tostarse un poco y empapándolos en el aceitillo y revolviéndolos con la cebolla.

El plato resulta sabroso y agradable; plato único diría yo.

La excepcionalidad por tanto deriva del resto de sabor a cordero que aquí procede de las chuletas a la plancha; quizá en otra ocasión pueda conseguirse 'palnchando' un trozo de falda o de los restos del asado...

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12 de dic. de 2009